Una historia que muestra la lucha de la codicia, el poder y el dinero, contra el amor.
El maestro Hawks nos lleva a la decada de 1840 en plena fiebre por el oro en un San Francisco al que van en masa hombres en busca de fortunas y prosperos futuros.
Una mujer acaba en aquellas tierras de hombres con el fin de casarse con su prometido, dueño de una mina. Muerto este ultimo despues de haberlo perdido todo a manos de un mafioso y gerente de un casino que engaña y roba a los mineros y que tiene implantada su ley particular. El malvado dueño del casino se enamora de la chica y la utiliza como reclamo de pobres mineros que se dejan alli lo que ganan con el sudor de su frente, engañados.
Un dia de paseo la chica encuentra el amor y con este, la oportunidad de escapar de un lugar repleto de injusticia y tirania.
Una fotografia en blanco y negro extraordinaria y una direccion genial, como es habitual en Howard Hawks.
Los personajes estan construidos con matices y evoluciones que van dando a la historia mas fuerza y moralidad etica sobre justicia y pasion en una linea ascendente sin freno hasta el mismisimo rotulo del final.
Unas actuaciones soberbias por parte de Edward G. Robinson, dando vida al malvado gerente del casino y Miriam Hopkins interpretando a la dama atrapada en un lugar de arpias sin escrupulos y simplones ambiciosos. Gran trabajo de Walter Brennan como secundario de lujo.
A recordar la gran escena en la que Joel McCrea juega por segunda vez a la ruleta y la ultima escena con un Robinson tremendo.
Altamente recomendable.
El maestro Hawks nos lleva a la decada de 1840 en plena fiebre por el oro en un San Francisco al que van en masa hombres en busca de fortunas y prosperos futuros.
Una mujer acaba en aquellas tierras de hombres con el fin de casarse con su prometido, dueño de una mina. Muerto este ultimo despues de haberlo perdido todo a manos de un mafioso y gerente de un casino que engaña y roba a los mineros y que tiene implantada su ley particular. El malvado dueño del casino se enamora de la chica y la utiliza como reclamo de pobres mineros que se dejan alli lo que ganan con el sudor de su frente, engañados.
Un dia de paseo la chica encuentra el amor y con este, la oportunidad de escapar de un lugar repleto de injusticia y tirania.
Una fotografia en blanco y negro extraordinaria y una direccion genial, como es habitual en Howard Hawks.
Los personajes estan construidos con matices y evoluciones que van dando a la historia mas fuerza y moralidad etica sobre justicia y pasion en una linea ascendente sin freno hasta el mismisimo rotulo del final.
Unas actuaciones soberbias por parte de Edward G. Robinson, dando vida al malvado gerente del casino y Miriam Hopkins interpretando a la dama atrapada en un lugar de arpias sin escrupulos y simplones ambiciosos. Gran trabajo de Walter Brennan como secundario de lujo.
A recordar la gran escena en la que Joel McCrea juega por segunda vez a la ruleta y la ultima escena con un Robinson tremendo.
Altamente recomendable.
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