El señor Jacobs nos presenta una “road movie” de terror invernal que conforme avanza su metraje se desinfla hasta tal punto que irrita.
El que fuera colaborador de Sodenberg y director de “Chantaje”, nos encierra en un coche en plena ola de frio para ser testigos de un viaje a Delawere de chica joven y chico misterioso que comparten el vehículo que los llevará a casa y que resultaran no ser tan desconocidos.
Durante la primera mitad del film la tensión va creciendo gracias al juego al que somete el guion a los jóvenes. Una situación que funciona con lo poco expuesto, un trayecto de seis horas, una carretera nevada y solitaria, un coche viejo... Hasta que se cuelan elementos paranormales sin venir a cuento, destrozando una trama que prometía en otra ya contada mil veces y con tantas lagunas como tópicos del genero.
Emily Blunt encarna a la protagonista de una forma discreta y en ocasiones poco creíble. Al compañero de viaje le da vida Ashton Holmes que esta algún escalón por debajo. El resto del reparto son meras apariciones espontaneas.
Triste fotografía y música simplona para una película que necesita potenciar lo técnico en ausencia de lo artístico. Y si a todo esto le sumamos el desastroso giro de guion de la segunda mitad del film, nos queda un producto para ver en caso de aburrimiento y falta de opciones.
A recordar... creo que nada. Para olvidar, Martin Donovan y su personaje (eje central del desenlace del film).
El que fuera colaborador de Sodenberg y director de “Chantaje”, nos encierra en un coche en plena ola de frio para ser testigos de un viaje a Delawere de chica joven y chico misterioso que comparten el vehículo que los llevará a casa y que resultaran no ser tan desconocidos.
Durante la primera mitad del film la tensión va creciendo gracias al juego al que somete el guion a los jóvenes. Una situación que funciona con lo poco expuesto, un trayecto de seis horas, una carretera nevada y solitaria, un coche viejo... Hasta que se cuelan elementos paranormales sin venir a cuento, destrozando una trama que prometía en otra ya contada mil veces y con tantas lagunas como tópicos del genero.
Emily Blunt encarna a la protagonista de una forma discreta y en ocasiones poco creíble. Al compañero de viaje le da vida Ashton Holmes que esta algún escalón por debajo. El resto del reparto son meras apariciones espontaneas.
Triste fotografía y música simplona para una película que necesita potenciar lo técnico en ausencia de lo artístico. Y si a todo esto le sumamos el desastroso giro de guion de la segunda mitad del film, nos queda un producto para ver en caso de aburrimiento y falta de opciones.
A recordar... creo que nada. Para olvidar, Martin Donovan y su personaje (eje central del desenlace del film).
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