Una mente maltratada que se hace paso en la vida
emergiendo otro yo de su interior. El nacimiento de un ser como
consecuencia de una muerte. Un personaje que son dos, dos personajes
que son uno. Hombre o mujer, lo que es o lo que quiso ser, paz o
rebelión interna...
Michael Lander nos cuenta una historia real ocurrida
en Peacock, un pueblo de la América rural. Un tren descarrila en el
jardín de una casa, propiedad de una introvertida mente que desdobla
su personalidad al morir su madre (torturadora y retorcida). En ese
momento se da a conocer la identidad ficticia y oculta de John, una
tal Emma que todo el mundo da por hecho que es su esposa.
Una impresionante interpretación de Cillian Murphy
dando vida a dos personalidades, haciéndolas creíbles y dejando al
resto del reparto muy por debajo de el.
Cine independiente USA, lento y con una fotografiá
correcta para hacer algo que David Lynch lo hubiera elevado a otra
dimensión. Michael Lander no pone el talento en esta cinta, lo pone
su actor principal y eso solo no basta.
Si te creíste el cambio de identidad de Clarck Ken
quitándose una gafas, ¿por que no a Cillian Murphy con una peluca?
Si aceptas esto, entraras en la historia.
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