Lee Tamahori pierde una oportunidad de oro al no hacer una obra maestra con todo lo que tenia a mano a la hora de hacer esta película. Podía haber subido a los altares del cine, pero cuando no hay talento... (su posterior filmografïa lo demuestra).
Un impactante comienzo. La famosa "Brigada del Sombrero", un grupo de cuatro policías de Los Ángeles, entra en un restaurante infectado de mafiosos para llevarse al pez gordo. Lo suben en su auto y lo tiran por el famoso despeñadero de Mulholland. Aquí la historia promete y te pones alerta, esto puede ser bueno... podría haber sido bueno.
Un reparto impresionante con Nick Nolte, Chazz Palminteri, Michael Madsen y Chris Penn formando la Brigada del Sombrero que desaprovecha Tamahori olvidándose de los dos últimos en gran parte de la película, craso error, se carga la Brigada porque si.
Una Jennifer Connelly hermosísima que aparece muerta en medio del desierto de Los Ángeles, con el cuerpo destrozado y que llevara al grupo policial del sombrero a una base militar para poder resolver el caso y que casualmente fue amante del personaje interpretado por Nolte, el líder de la brigada.
Una Melanie Griffith horrible a la hora de interpretar en esta película haciendo de esposa de Nolte. Una pareja sin química alguna y lo que es peor, sin interés. Pues aquí el bueno de Tamahori otra vez la caga, enfocando gran parte de la cinta en esta relación.
Un John Malkovich haciendo de general experto en bombas atómicas del ejercito americano y principal sospechoso de la chica asesinada. Otro personaje desaprovechado, solo hace acto de presencia, ni si quiera se molestan en construir su personaje. Con el mero hecho de que Malkovich de vida a un personaje así crea expectativas...
Con un elenco de secundarios como Andrew McCarthy, Treat Williams, Daniel Baldwin, Bruce Dern, William Petersen y Rob Lowe, ademas de los anteriores mencionados, uno no se explica como no puede salir algo magistral de esto.
Una ambientación en los años 50, que es su punto fuerte y una fotografiá genial para contarnos una historia que prometía, pero que nos deja a medias.
Para pasar un rato entretenido, su ritmo es ágil y no aburre.
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