"Los aristócratas del crimen" de Sam Peckimpah

Con la buena pinta que tenia... Un reparto de lujo a disposición del bueno de Sam Peckimpah, con un guion policíaco y servicios de espionaje, asesinos a sueldo, tiroteos en plena calle, engaños, venganza, giros en la trama y hasta ninjas (¿?). Todo esto es penosamente mezclado, saliendo de aquí un truño flipante.

Peckimpah se ríe del espectador y le toma el pelo a los productores al hacer una película sin tensión, sin ritmo y con muchas escenas ridículas hasta no poder mas.
Todo empieza con la custodia de dos granujas (James Caan y Robert Duvall) que trabajan para el gobierno (en lo que seria una organización similar a la C.I.A.) a un tiparraco. El personaje de Robert Duval traiciona a su compañero y se carga al tiparraco que custodian. Así empieza la película de Sam.

Durante unos tres cuartos de hora vemos a James Caan intentando rehabilitarse de las lesiones ocasionadas por su traidor amigo (balazos en hombro y rodilla) y de como sus jefes le quieren jubilar por ser un completo inútil de ahora en adelante. Caan, por supuesto que no cejara en su empeño por recuperarse incluso llegando a entrenar con un negro que sabe artes marciales y un viejo chino (que le toca el brazo, uff...). Tostonaco grande, grande.

La cosa parece que mejora un poco gracias a que Peckimpah lo único que quería era que simpatizáramos con James y decide meter algo de acción. Unos japoneses van a USA y otros japoneses se cargan un japones de los primeros y los segundos quieren vengarse y cargarse al político líder de los otros japoneses (esta clarísimo: Japoneses 1 Vs. Japoneses 2) pero no quieren que pase esto en territorio americano, faltaría mas!! Entonces contratan otra vez a James Caan (que ha hecho muchos progresos con el negro que sabe kun-fu y domina que te cagas su callado). Este recluta a dos compañeros suyos del pasado (el cuñao de Rocky y un experto en armas que tira al plato).

Todo esto toma ¿interés? gracias al giro ¿inesperado? que Peckimpah le da a la trama...

Para no contar spoilers no seguiré... Bueno dejarme decir una cosa mas. Escena espantosamente ridícula de unos de los japoneses vestidos de ninjas cutres y malos, malos, malos de cojones.

El final es un despropósito. Ridículo y digno de ser recordado como uno de los peores finales de la historia del cine.

Decir que las interpretaciones de los dos maquinas es correcta (como no podía ser menos).

Sam quiso sumarse a la moda de los setenta integrando en su obra todo tipo de elementos en alza por aquella época como asiáticos o personajes a lo “Harry el sucio” o “French Connection”, espionajes y demás tonterías, pero le salio rana y su producto es penoso. Yo creo que no se tomo en serio su producto y fue a poner el bolsillo abierto para llenarlo. En fin...

Si decides verla... (te compadezco).
 
 
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