Repleto de personajes carismaticos e historicos de la musica negra como Muddy Waters, Leonard Chess, Little Walter & Howlin’ Wolf, Etta James o Chuck Berry que se pasean por la pantalla dotando a esta cinta de un atractivo que el guion no sabe dar.
Darnell Martin no profundiza en ninguna celebridad del rythm & blues de la epoca ni tampoco en un marco historico lleno de prejuicios raciales.
Cada historia matizada y dotada de protagonismo individual podria haber dado mucho mas que la suma de todas ellas en un resumen acaparador de personajes que no aportan la magnitud de sus personajes.
Queda un producto hueco que lo mantiene a flote una banda sonora repleta de exitos que nunca mueren.
Interpretaciones olvidables como la de una sobreactuada Beyonce y un Adrien Brody sin carisma.
Solamente por la musica merece su visionado.
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